epígrafe

Jesús es la respuesta
siempre y cuando
la pregunta no sea
cuál es el peso atómico del cadmio.

–Ángel Ortuño.

26 de enero de 2010

Borderline




1
Empieza con teléfonos arrancados de la pared
con maletas hechas de madrugada y platos rotos
con llorar durante ciertas películas
tomar café sin azúcar en presencia de más gente
y temerle a las avenidas grandes

2
He sabido de hombres
que pasan las tardes de los sábados
tirando condimentos del refrigerador
que pasan las noches
raspando los ojos contra el techo

Hombres que se aferran por años
a la punta de una mujer
mientras Ω tira
desde el otro extremo

3
El cielo amaneció astillado

Reviso la alacena y no encuentro
el frasco con lo poco Ω que nos quedaba

El niño está en su cuna tirando dientes
y tú me sonríes catálogos
hablamos Fisher Price y listas de súper

El domingo avanza nadando en brea y las manos
[las nuestras]
no nos tocan sin rompernos

4
¿Tú en qué abismos has caído?

¿En qué pasillos
de luz nublada
jugaste el tazo
de tu infancia?

¿En qué charcos fuiste náufrago
máscara
labios partidos
cerveza tibia
dejada a la mitad?

5
Crecimos
como raíces de árbol
que no rompen la banqueta

Hacia la humedad enterrada
Hacia los gusanos

Nos quedamos enroscados en las piedras
[en los huesos]

y en toda palabra para decir derrumbe

22 de enero de 2010

Despertar 26





Z despierta triste y no tiene ganas de nada.
No se levanta a poner la cafetera, no se alegra porque sea sábado, no prende la TV ni la computadora.
Enciende un cigarro y mientras fuma, deja que la cenizas caigan sobre las sábanas.
Durante todo el día sólo se levanta de la cama dos veces para ir al baño.
No mira el reloj, no contesta el teléfono. No quiere enterarse de nada.
Afuera empieza a llover y después deja de llover y después se hace de noche.
Z sólo quiere dormir durante varios días.
Piensa en alimentar a Dimebag Darrel (su pez beta) antes de volver a sumirse en la auto-compasión.
Vence el sopor y sale de las cobijas, se pone las pantuflas de Homero Simpson que su hermano le regaló de cumpleaños, toma el botecito de comida para peces y arrastra los pies por los cinco metros que lo separan de la pecera.
Dimebag Darrel flota inerte sobre el agua.

19 de enero de 2010

Despertar 25





Z despierta en una sala de urgencias después de un lavado de estómago.
Un doctor le dice que se intoxicó porque el Knor Suiza en el caldo de pollo tenía ocho meses de haber caducado, y lo invita a ser más cuidadoso con lo que come.
Normalmente Z hubiera comido una hamburguesa doble, con papas y Coca-Cola en un carrito que se llama el Crustáceo cascarudo y que está cerca de su trabajo; pero amaneció enfermo del estómago y K fue a su departamento a cuidarlo.
Le preparó té de manzanilla (natural, no de sobre), manzana cocida y caldo de pollo. No lo dejó fumar y lo obligó a tomarse una taza grande de atole de arroz que se veía como el engrudo que le daban de comer a Oliver Twist en las caricaturas.
El caldo sabía raro, pero Z no dijo nada porque K se había portado muy bien con él y había suspendido todo su día para ir a cuidarlo.
A la mitad del segundo plato Z empezó a ver borroso, después verde, después nada.
Ahora K lo ve abrir los ojos y de inmediato se pone a besarlo en la boca y a abrazarlo y decirle que lo quiere.
Z (que está loco por K) piensa que uno puede someterse a un lavado de estómago y aún así tener un gran día.

17 de enero de 2010

Despertar 24




Z despierta y es sábado, el sol entra por la ventana después de varios días, en el piso de abajo suena una canción que le gusta y el mundo en general da la ilusión de estar estrenando look.
Hay una mujer fumando un cigarro acostada junto a él.
Z enciende otro y la mira a contra la luz. Piensa en lo perfecta que es, en que por fin se siente completo.
Cierra los ojos e imagina las tardes de domingo que pasarán juntos en adelante: cine, café, museos y esas cosas que hacen las parejas. Sobre todo piensa en el sexo, en lo maravilloso que es, piensa que lo mejor es repetir la experiencia lo antes posible sólo para que no quede duda.
Abre los ojos y la mira. –¿Te gustó?
–Siempre había querido coger con Walk de Pantera –dice ella. –Ahora salte del cuarto porque voy a entrar al baño y no quiero que escuches.

14 de enero de 2010

Despertar 23




Z despierta y ve un hurón dormido sobre la playera que dejó tirada en el piso la noche anterior.
Pertenece a su vecina (el hurón, no la playera), Z no tiene idea de cómo entró. Se lo llevará cuando salga para el trabajo.
Lo deja dormir mientras se viste y pone música en la computadora.
Saca la taza de café del microondas. El primer sorbo le sabe como el material con el que se fabrican los sueños.
Z mira al hurón –No sabes de lo que te pierdes: tú no tomas café caliente cuando hace frío, no ves películas en Internet, ni tienes cuenta de correo, ni viste el inicio de temporada de House; no puedes leer a Kafka ni usar Converse, ni entender las letras de Cobain, no puedes tomarte una cerveza fría en la playa y no tienes celular. No tienes que pararte a las seis de la mañana de lunes a viernes ni pagar renta. No escribes comerciales durante 9 horas seguidas para un analfabeta funcional que cada día se vuelve más rico. No tomas pastillas para la gastritis ni se te encanece el cabello por estrés, ni tienes que mandar imprimir recibos de honorarios.
No tienes los dientes amarillos por el cigarro y no ves infomerciales a las tres de la mañana porque no puedes dormir.
No te despiertas un día y te das cuenta de que más de dos millones de años de evolución sólo te dieron pulgares oponibles para que pudieras mandar mensajes de texto.

Despertar 22




Z despierta colgado de una cadena. Tiene los pies amputados y se desangra por los muñones sobre una cubeta de plástico.
Está desnudo y tiene el cuerpo envuelto con series de focos de colores que en lugar de Jingle Bells tocan No surprises.
A su alrededor, una familia cena e intercambia regalos.
Cada vez que alguno va a la cocina o al baño, regresa ligeramente distinto, como si fuera otro.
Z despierta en la playa, a las afueras de una iglesia en ruinas.
Está empapado en sudor. Siente que el corazón se le descarrila dentro del pecho.
A pocos metros hay una niña sentada en una fuente. Le dice a Z que a su madre le sacaron los ojos por mirar su reflejo en el agua. Le dice que ahora lo buscan a él. Z siente miedo. Trata de levantarse pero las piernas no le responden, a sus espaldas escucha voces, pasos que se acercan.
Z despierta con el timbre del teléfono, tiene la boca seca, le cuesta respirar. Toma el aparato pero no puede leer el identificador de llamadas.
Contesta. Es su abuelo.
A Z se le saltan las lágrimas, no ha hablado con él desde que murió. Quiere decirle muchas cosas, decirle que lo extraña, pero la voz se le congela en la lengua, se le atora.
Al otro lado de la línea sólo se escucha el golpear de la bocina contra el suelo.

11 de enero de 2010

Despertar 21




Z despierta y mira dormir a una mujer durante trece minutos. Después piensa que si ella se despierta y lo sorprende mirándola dormir con cara de tonto, no va a querer verlo de nuevo.
Z levanta las cobijas con mucho cuidado y sale de la cama.
Calienta el agua para el café en el microondas y detiene el cronómetro antes de que suene el timbre.
Se viste, camina por la cocina sigilosamente mientras piensa en películas de ninjas y no pone música.
Se asoma a la habitación y maldice en silencio el rechinido de la puerta. Piensa en caricaturas sobre padres desesperados que después de pasar por un infierno para dormir a sus hijos tapan las ventanas con el cuerpo cada vez que pasa un camión.
En realidad a él no le preocupa tanto despertar a la mujer que duerme en su cuarto, sólo no quiere que se vaya.

9 de enero de 2010

Anti-advertising guerrilla 1





Mientras Z escribe comerciales de televisión satelital, un tipo de la oficina con el que nunca ha cruzado palabra se acerca a su cubículo. –¿Tu tienes un blog que se llama El Punto G?
Z se siente importante –El Sector 7-G –dice.
–Sí, eso, ¿no te interesaría ganarte una lana extra por escribir algo en tu blog? –Si Z fuera una caricatura, tendría símbolos de pesos en lugar de pupilas. –Claro.
–Perfecto, la cosa es escribir el equivalente a dos cuartillas y publicarlo en tu blog, tiene que ser un testimonial en el que cuentes tu experiencia con una pastilla que te vamos a dar aquí en la agencia y que sirve contra la eyaculación precoz. Es para la campaña de unos laboratorios que vamos a llevar de ahora en adelante…

Mientras el tipo corre de regreso a su oficina, Z sigue buscando en su escritorio objetos para arrojarle.

Letreros 2




Estos símbolos normalmente han sido hallados junto a los restos de dispositivos conformados por tres esferas de colores engarzadas en acero.
Probablemente servían como señalamientos en una ruta de escape.
Se deduce que en caso de ataque o invasión, se le daba prioridad a los machos y a las crías al momento de la huída.
En expediciones previas se ha concluido que las hembras de esta especie se encargaban de la labor de cacería y recolección, y los machos permanecían en los refugios custodiando a los cachorros.

7 de enero de 2010

Letreros 1






El símbolo en color negro sugiere un arma con el cañón humeando, como las que se sabe, fueron muy populares entre estas criaturas durante los últimos siglos de su civilización.
En expediciones pasadas, se ha concluido que el símbolo rojo con la línea en diagonal (que aparece en varios de los jeroglíficos) superpuesto a otros símbolos, puede tener tres significados:
1.- Era un símbolo religioso de protección contra el objeto que se representaba en segundo plano.
2.- Restringía la presencia del objeto en segundo plano en el interior del recinto.
3.- Marcaba como sagrado el objeto en segundo plano.

6 de enero de 2010

Despertar 20




Z despierta con la tranquilidad de quien tiene dinero en el banco. Hace años que no puede ahorrar, pero ahora, ha heredado una cantidad decente y eso lo tranquiliza. Hace planes para el futuro.
Mientras prepara café, piensa en guardar la mitad de su sueldo de ahora en adelante para añadirlo a lo que ya tiene, piensa en la universidad de su hija, en un crédito inmobiliario, en un seguro dental. Hace cálculos sobre lo que tendrá en un año y en dos y en cinco.
Revisa las tasas de interés en Internet y pone cara de que entiende lo que está viendo.
Planea ir a varios bancos a averiguar que tipo de cuenta le conviene. Recorta sus gastos mentalmente para poder ahorrar más.
Después sale a la calle a buscar a algún vendedor de habichuelas mágicas.

5 de enero de 2010

Despertar 19




Z despierta y trata de volver a dormirse. Quiere recuperar lo que estaba soñando justo donde se quedó.
El sueño trataba de una prostituta que Z contrataba porque se parecía a una mujer que se parecía a una actriz que de niño le gustaba.
En la vida real, ni la prostituta ni la mujer, ni la actriz existen.
Z tiene la mala costumbre de enamorarse de mujeres con las que sueña y después se pone triste por días enteros.
Cuando está a punto de volver a dormirse, la mujer a su lado se despierta y comienza a besarlo. Z pierde el sueño definitivamente.
Con los ojos aún cerrados besa de regreso a la mujer.
Cuando por fin se decide a abrirlos y la ve se detiene. No se parece en nada a la mujer del sueño.

3 de enero de 2010

The times they are changin’ (or not)




Saludos autómatas del Sector 7-G.

¿Cómo les pinta el 2010?
¿Qué les pareció el 2009?

Mi primera idea es que hay prisiones centroamericanas más amigables que el 2009. 

Pero después pienso en Radiohead, Metallica y Depeche Mode en vivo, en el tatuaje que me hice en la espalda, en mis amigos que no me dejaron morir solo ni uno de los 365 días que acaban de pasar (Angélica, Jorge S, Jorge P, Sik, Andrei, Rodrigo, Geru, Lion, el Güero, Panchita, Claudia, Angie, Sandra, Kobra, Oscar, Osvaldo, Joselo, Paola, un larguísimo etcétera), en mi hija que es tan encabronadamente inteligente que a veces me asusta.
Pienso en mi familia que tampoco falló nunca y concluyo que el 2009 no estuvo tan mal.
Perdí dos muelas (a una le puse Pain y a la otra Pedro Infante), por fin fui a las luchas (los rudos son la onda), armé la banda de rock que siempre había querido con los KFGC (13 horas seguidas de Rock Band and we still rock), leí cosas magistrales (Monzó, Carver, Fernández Mallo, José Eugenio Sánchez, McEwan, Bolaño, Vonnegut, Eggers).
Afuera hubo tapabocas azules, aviones secuestrados con latas de Jumex, el narcotráfico en boca de todos, disparos en el metro.
El gobierno y la policía tuvieron miles de oportunidades para demostrar que no sirven para un carajo y en cada una lo consiguieron impecablemente.
Yo traté de tomarlo con calma, vi películas y me volví fan de Doctor House.

Ahora el 2010.

1 de enero de 2010

Despertar 18 (Especial de año nuevo)




Z despierta con el timbre del celular, son las 4:07 am. Llama una mujer interesada en comprar el producto que acaba de ver anunciado en la televisión. Z le explica que los del infomercial publicaron mal el número, que es la sexta llamada que recibe durante la noche, le suplica que no vuelva a llamar.
Ya no puede volver a dormir, mientras pone agua para café, el teléfono suena de nuevo. Z le cuelga al séptimo imbécil de la noche y piensa en Survivor de Palahniuk, en el personaje que incita a la gente a suicidarse desde una línea de ayuda.
El teléfono vuelve a sonar: es el mismo tipo de la llamada anterior, al parecer no quedó convencido. Z le grita todas las groserías que conoce y cuelga.
Se pregunta de dónde sacó el personaje de Survivor el poder de convencimiento suficiente para disuadir a alguien de meterse el cañón de un arma en la boca y apretar el gatillo.
Mientras mira vibrar el celular sobre el buró, Z decide pedir poder de convencimiento como uno de sus 12 deseos para 2010.