Cuando Z despierta, el dinosaurio todavía está ahí.
Su sobrino lo dejó olvidado la tarde anterior.
Z lo oprime y los ojos del juguete prenden con luces rojas, suena un rugido pregrabado y la cola se sacude de izquierda a derecha.
Lo guarda en la mochila para pasar a dejarlo a casa de su hermana después del trabajo y vuelve a quedarse dormido.
Llega tarde a una reunión y no le da tiempo de dejar sus cosas en su cubículo. Entra directo a la sala de juntas tratando de no hacer ruido. El supervisor de área que en ese momento expone ante el comité ejecutivo una idea que no es suya, fulmina a Z con la mirada en cuanto lo ve entrar.
Z camina de puntitas hacia el único lugar vació y levanta ligeramente la silla antes de despegarla de la mesa para que no rechine contra el piso. Se acomoda con cuidado, casi conteniendo la respiración y cuando deja la mochila en el suelo, un rugido de dinosaurio sale de ésta y algo comienza a moverse en el interior. Todos miran a Z, el supervisor de área tartamudea y trata de retomar el hilo de lo que está diciendo.
Z abraza su mochila tratando de atenuar el ruido. Cuando éste por fin se detiene, el supervisor se aclara la garganta, da un sorbo a su vaso de agua y cuando da vuelta a la diapositiva que está exponiendo el celular de Z empieza a sonar.
El supervisor de área deja escapar un exhalación de molestia y le señala la puerta. Z abre la boca para disculparse, pero el celular vuelve a sonar. Sale de la sala de juntas y contesta el teléfono.
Es su hermana, quiere saber si de casualidad no ha visto un dinosaurio de juguete que su hijo dejó olvidado ayer.
verga wuey, He turned the power to the have-nots
ResponderBorrarAnd then came the shot...WAAAAAAAAAAAKEEEEEEEEEEEE UUUUUUUUUUUUUUUP
TORO.
dios, no me he reído tanto en mucho tiempo...
ResponderBorrartodos esperábamos los despertares, es lo único que nos alegra un poco la existencia
un abrazo (tras tanto tiempo de inactividad)
jaja me acaba de pasar justamente lo mismo, me rei mucho jaja
ResponderBorrar