
Células cancerígenas que han estado contigo desde que naciste.
Que se mecieron contigo en los columpios y te ayudaron a mantener la erección cuando tenías 14 años y tu prima de Canadá te llevó a la azotea de la casa de tus abuelos y te bajó los pantalones.
Células que un día se aburren de ti y te revientan el páncreas.
Visitas perfiles de Facebook de personas que han muerto y algo se te desbarata en el estómago.
Piensas en el cáncer como en una tarántula o un calamar.
Lo imaginas como un director de cine al que se le acaba el dinero y termina abruptamente la película en la que eras el actor principal.
Piensas que el tuyo es un final barato.
Se te cae el cabello y tus amigos tratan de animarte diciendo que ahora el gobierno te deja fumar marihuana.
Vomitas sobre tu ropa en las mañanas y te ves a ti mismo en un videojuego en que el contador de Continue desciende mientras el jugador se levanta a servirse refresco.
Es asi troesma, comenzamos a morir en el mismo instante en que nacemos
ResponderBorrarun fuerte abrazo
Lo imaginas como un director de cine al que se le acaba el dinero y termina abruptamente la película en la que eras el actor principal.
ResponderBorrarPiensas que el tuyo es un final barato con demasiadas lágrimas y poco argumento, un final de telenovela o de la rosa de guadalupe, un final tan ridículo que sería mejor que se fuera la luz.
Con cancer o sin cancer, nuestra mortalidad sigue siendo un problema del que se habla mal y se habla poco. Y si toda pretensión de inmortalidad está en el videojuego o en la pelicula, tenemos la cancha inclinada.
ResponderBorrarSaludos desde la Suite (Pronto reabrire la Olla)