epígrafe

Jesús es la respuesta
siempre y cuando
la pregunta no sea
cuál es el peso atómico del cadmio.

–Ángel Ortuño.

18 de enero de 2011

Despertar 37




Z despierta sobre una cama inflable que flota en una alberca. Después de desperezarse entra al agua y nada de una orilla a otra varias veces hasta entrar en calor.
Cuando se aburre trata de salir de la alberca pero fuera del agua hace demasiado frío. 

Z imagina a los millones de seres unicelulares que hace tres mil ochocientos cincuenta millones de años decidieron salir del agua y evolucionar.

Los imagina agrupándose y convirtiéndose en seres pluricelulares, mutando hasta crear un sistema nervioso; inventando el sexo, creciendo aletas, ojos y pulmones.

Remplazando las aletas por patas, los huevos por placentas, las escamas por pelaje, inventando sistemas socioeconómicos, gobiernos, palabras que terminan en cracia, 197 canales de televisión
 satelital, descuentos en pago oportuno, internet de banda ancha.

Z nada hasta la orilla, apoya las manos sobre los barandales de metal de la escalera y saca el torso del agua.
Una corriente de viento le azota la piel y vuelve a sumergirse.

Medita su situación durante unos minutos y empieza a planear su nueva vida dentro del agua.

4 comentarios:

  1. Los despertares fueron, son, y serán mi sección favorita.

    Te has vuelto a superar.

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  2. :D

    P. de V.: laubicuidaddeltrabajo

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  3. a mi también me gustan los despertares, por cierto, este mes hubo asesino serial? cuesta tanto entrar al agua como salir de ella, digo del agua de las albercas, yo también he pensado en quedarme siendo pez.

    abrazo

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  4. me has señalado el lugar en el que me gustaría estar. Me encanta tu blog.

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