Estábamos en una sala de espera blanca con olor a medicina y sentí que éramos como muñecos hechos de Lego en el aparador de una juguetería, representando una escena congelada en el tiempo.
Pasaron cuarenta y siete minutos y no nos daban turno porque afuera hubo un accidente de helicóptero y los doctores corrían por los pasillos y todo lo demás estaba paralizado.
Pensé en los nervios sin electricidad de un brazo amputado, en los tendones acalambrados para siempre.
Una camilla pasó rodando frente a nosotros a toda velocidad.
Sobre ella, había un hombre que sangraba y sostenía la mano de latex de uno de los paramédicos.
Pensé que nosotros estábamos inmóviles, aprisionados en el interior del puño de ese hombre.
I cry in the hospital, I get chillona
ResponderBorrarPal. de Ver.: atrabilis