Segundo círculo del infierno: McDonalds

En el segundo círculo del infierno, Z está formado afuera de un McDonalds de la década de los ochenta.
Trae a un niño de la mano que resulta ser él mismo.
El calor es insoportable y la fila le da varias vueltas a la manzana, Z puede oler como su desodorante deja de funcionar.
El niño se desespera y empieza a llorar, grita y patalea mientras exige a todo pulmón una cajita feliz de la Rana René.
Z trata de calmarlo sin éxito durante más de una hora, mientras un Ronald McDonald de fibra de vidrio lo mira sonriente. En ese tiempo la fila sólo avanza tres lugares.
Z decide mandar al diablo el segundo círculo inmediatamente y arrastra al niño hasta el auto. Cuando por fin llegan al último rincón del estacionamiento, se da cuenta de que dejó las llaves dentro.
El niño empieza a saltar sobre un pie y otro y le dice que necesita ir al baño.
Z lo carga y pregunta a la gente dónde puede encontrar un baño público.
Todos responden que en el McDonalds.