Z no despierta, sueña con una escuela de pasillos largos en la que nunca ha estado pero que en el sueño es su escuela.
La maestra lo castiga sin recreo por llevar unos chacos en la mochila.
Lo siguiente en el sueño es la cárcel, Z mató a dos de sus compañeros. Él no lo recuerda, se defiende alegando que el tiroteo en Columbine todavía no ha ocurrido.
Llora en la dirección porque sabe que sus padres lo castigarán, en el sueño Z tiene ocho años.
Afuera, Z tiene 27 y ya va media hora tarde para el trabajo. Su despertador está en el piso a unos metros de la cama, hecho pedazos. Él mismo lo estrelló contra la pared la primera vez que sonó.
Cuando despierte dentro de dos horas, no logrará recordarlo.
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