Un bebé nace y multiplica los dientes,
afila los dedos para señalar
anida en la garganta sin saberlo
el germen de la asfixia,
el ruido de turbinas que rasguñarán el aire.
Se traspapela con otros iguales,
que fuman y dividen el átomo.
Camina sin red por cuerdas de equilibrista
mientras el mundo espera a que caiga
para poder aplaudirle.
¡¡¡¡¡cuñaaaaa cuñaaaaa cuñaaaaa!!!!!!
ResponderBorrarP. de V. madrazo
mientras el mundo espera que caiga
ResponderBorrarpara poder aplaudirle :-(
Maravilloso, como siempre.
ResponderBorrarGenial tenerte por aquí de vuelta